Alimentos abejas alternativos

Polen

Las abejas precisan de flores y, por supuesto, polen de diferentes variedades, pues no todos los tipos de polen contienen los nutrientes necesarios. La recolección de un solo tipo de polen tiene siempre un efecto negativo sobre la inmunidad y la vitalidad de las poblaciones. La combinación de falta de polen y la varroasis implica, antes o después, la muerte de todas las colmenas afectadas. Una abundante y variada oferta de polen en primavera es fundamental para el aumento de la población tras la invernada, e imprescindible a finales de verano para almacenar las reservas de grasas y proteínas, y para garantizar la supervivencia de las abejas en invierno.

 

La demanda de polen de una colmena es de 30-50 kg por año. La falta de polen se refleja siempre en la disminución de la población durante la cosecha de miel. Una buena oferta de polen a finales de verano es fundamental para el desarrollo de poblaciones sanas y bien provistas para el invierno. La sustitución del polen (p. ej., harina de soja, leche desnatada en polvo, levadura de cerveza) nunca es una alternativa al polen fresco de flores naturales. La fisiognomía de las abejas no está adaptada al sustituto del polen. La proteína se queda en el intestino de las abejas y forma el caldo de cultivo ideal para la nosemosis o las alteraciones intestinales.

Agua

Aparte del consumo propio, las abejas necesitan agua para preparar la jalea que alimentará a la cría y a la reina, disolver la masa alimentaria y enfriar la temperatura de la colmena en los calurosos días de verano. Las abejas no pueden almacenar el agua. Por eso, es importante que dispongan siempre de agua cerca, sobre todo en primavera cuando las abejas solo pueden volar durante cortos periodos al día y en verano que las fuentes de agua cercana escasean. El depósito de agua debería estar cercano a la piquera. Lo mejor es agua algo ácida, con un pH entre 5 y 6. A las abejas les gusta un bidón lleno de agua, con un trozo de corcho flotando encima para que las abejas puedan acceder fácilmente al agua.

Miel

Como reserva de alimentación natural, la miel es fisiológicamente insuperable. En los meses de abril a junio, la necesidad diaria de una población es de 300-500 g. Sin embargo, como alimento invernal, la miel no es muy adecuada:

 

La miel de bosque y brezo contiene demasiada fibra, lo que puede provocar alteraciones intestinales.

Debe prescindirse de la alimentación de miel de años anteriores, pues nunca se puede estar seguro de si esta miel procede de pillaje. Los cuadros de otras colmenas no se deben poner en otras colmenas, y menos, cuadros procedentes de colmenas muertas, ya que podríamos estar transmitiendo otro tipo de enfermedades.

El alimento extraído de la colmena nunca se debe volver a meter por motivos de profilaxis contra enfermedades, sobre todo con cuadros de alimento de poblaciones muertas (deben destruirse).

Sustituto de lamiel

El agua con azúcar ha sido durante años el clásico alimento para abejas. Frente a la ventaja de su fácil producción, está el inconveniente de un tiempo de almacenaje muy limitado debido al riesgo de contaminación por microorganismos (por ejemplo, hongos). Si aparecen estrías viscosas, el agua azucarada ya no puede usarse para la alimentación.

 

En comparación con el agua azucarada, las abejas procesan las soluciones más espesas del sirope alimentario para abejas de ambrosia® con mucho menos esfuerzo, pues las glándulas no necesitan trabajar tanto para su absorción y digestión. Los apicultores también preparaban pastas alimentarias a partir de azúcar en polvo y miel, un proceso muy laborioso y caro.

Ambrosia

Fruto de la colaboración entre apicultores y científicos, Nordzucker desarrolló en la década de 1970 productos en pasta y sirope listos para usar, basados en la sacarosa más pura, y orientados al espectro de azucares óptimos para las abejas. Desde entonces se comercializan en toda Europa con la marca ambrosia® (vinculo a produtos). El uso de azúcar refinado procedente unicamente de remolacha producida por nuestros agricultores, en los procesos de producción certificados, garantiza la alta calidad del producto final. Su composición carece de ingredientes nocivos.

Libre de transgenicos (certificado de libre de transgenicos)

 

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